lunes, 25 de julio de 2016

ACCESORIOS DEL ACUARIO I

En las próximas entradas, vamos a repasar los elementos mínimos que necesita un acuario para mantenerse sano.

El acuario con peces y plantas va a necesitar, como mínimo, los siguientes elementos para empezar a funcionar:

a) Calentador con termostato:

Si queremos mantener un acuario de agua caliente en España y países con clima similar o más frío, vamos a necesitar un calentador con termostato que nos permita mantener el agua en la temperatura más adecuada para los peces que vamos a mantener en el acuario. Esta temperatura suele estar entre los 23 y 28 grados Celsius.

El calentador debe contar con un termostato que permita seleccionar la temperatura a la que queremos mantener el agua de forma que se encienda cuando baje de la temperatura indicada y se apague al alcanzarla.

La potencia del calentador debe ser aproximadamente de 1 watio por litro de agua. En mi acuario, tengo un calentador de 300w, aunque el volumen real del acuario sería de unos 240 litros.

En cuanto a la ubicación que debe tener el calentador, éste se puede situar horizontalmente en la parte más baja del fondo del acuario. En horizontal para que caliente la columna de agua más ancha posible; en el fondo para que el agua caliente vaya ascendiendo desde el fondo y sea más fácil distribuir el calor generado y que la temperatura del acuario sea lo más uniforme posible, ya que si estuviera en superficie es posible que las capas más profundas del agua queden más frías que las superficiales; y en el fondo para que no tape visibilidad. Sin embargo, según la distribución de la decoración del acuario, puede ser necesario ubicarlo de otra manera. En mi caso, está puesto en vertical en la esquina posterior derecha de la urna, lo más cerca del fondo que era posible.

Existen otros sistemas de calefacción del acuario, como los sistemas de pie caliente, que consiste en usar una resistencia distribuida en el fondo del acuario, sobre la que se pondrá el sustrato en el que asentarán las plantas. Sin embargo, no he encontrado información que justificara una clara ventaja de este sistema sobre el de los calentadores como el que he descrito, y en algún lugar hasta se hablaba de la posibilidad de que supusiera un problema más que una ventaja para el desarrollo de algunas plantas. Además, si hubiera que cambiarlo por avería, por cambio en las necesidades del acuario o porque queramos cambiar a otro sistema, nos obligaría a remover todo el sustrato, con las complicaciones que eso puede traer y que ya veremos más adelante. Como ventaja, la creación de una corriente de convección (un desplazamiento del agua caliente desde el fondo hacia arriba y un descenso del agua fría de la superficie hacia el fondo) que parte desde el mismo fondo del sustrato, permite una mejora ventilación del mismo, reduciendo zonas de anaerobiosis.



b) Termómetro:

Debido a los cambios de temperatura a que se puede ver sometido el acuario con los cambios de estación, a veces con los cambios de agua, si no hemos sido cuidadosos, y por la posibilidad de avería del termostato del calentador, es necesario tener un termómetro que nos permita controlar la temperatura.

Hay distintos tipos de termómetros, desde los de mercurio (que ya no se fabrican por la toxicidad del metal que usaban), los de alcohol, los de pegatina (en mi experiencia, poco fiables, ya que marcan la temperatura con una escala de colores que a veces marcaba una temperatura en un rango entre 3 grados diferentes) o los digitales. Quizá los que mejor calidad/precio tengan sean los de alcohol.

El termómetro debe estar situado en un lugar diferente al del calentador, ya que junto a él, la temperatura va a ser más alta que en el otro extremo del acuario, donde daría la temperatura mínima del mismo. Así, situándolo en una zona intermedia nos dará una idea de la temperatura media del agua del acuario.

Si el acuario es grande, puede ser útil tener más de un termómetro, al menos inicialmente, para ver cómo se distribuye la temperatura y poder hacer correcciones con el fin de mantener la temperatura lo más estable posible. Así, pueden usarse bombas (cabezas de poder) que muevan el agua desde la zona del calentador hacia la zona donde está más fría el agua; o también, pueden colocarse calentadores adicionales en los extremos del acuario donde haya menor temperatura. El problema de usar bombas es que a veces, la dirección de la corriente necesaria para mantener el agua a una temperatura homogénea puede no ser la mejor para otros objetivos, como el crecimiento de las plantas, la distribución del alimento, etc.

En mi acuario, tengo el termómetro en el extremo anterior derecho, que es el que lo deja más oculto a la vista. Quizás sería mejor tenerlo en el anterior izquierdo, pero ese ángulo es el punto desde el que más puedo observar el acuario, y tenerlo en esa esquina resulta menos estético.



c) Refrigeración:

En los países que no tienen un clima estable todo el año, como pasa en España, por ejemplo, la llegada del verano hace que la temperatura del acuario suba por encima de niveles adecuados para peces y plantas, lo que puede llegar a provocar su muerte. Esto obliga a usar sistemas para refrigerar el agua del acuario.

Un sistema casero para enfriar el agua puede ser el meter botellas de agua previamente congelada en el frigorífico e ir sustituyéndolas conferme se descongelan. Otro sistema puede consistir en poner estas botellas en un cubo fuera del acuario para evitar que los peces puedan entrar en contacto directo con la botella y se quemen con el frío, y haciendo pasar un tubo o manguera enroscada dentro del cubo y que, conectada a una cabeza de poder, permita que circule agua del acuario por el tubo y se enfríe al pasar por el cubo con hielo. El problema de este sistema, además del obvio de tener que estar todo el día pendiente de cambiar al hielo que se va descongelando, es que no permite un control estable de la temperatura y que el agua que rodea a la botella, en el primer sistema, o que vuelve al acuario, en el segundo, está mucho más fría que la media del acuario, con lo que puede afectar a la salud de los peces que naden cerca de esas zonas más frías.

Otro sistema bastante útil es poner un ventilador orientado hacia la superficie del agua, lo que va a permitir aumentar la evaporación con la consiguiente pérdida de calor. Se puede conectar el encendido del ventilador a un termostato que permita el apagado del mismo si la temperatura baja demasiado y su encendido cuando vuelva a subir. Pero también se puede conectar el ventilador a un programador que haga que se encienda unas determinadas horas al día si vemos que no es necesario que esté conectado todo el tiempo. Los primeros días hará falta que funcione de contínuo hasta que la temperatura se estabilice dentro del rango que buscamos, y luego se puede programar por horas según veamos que sea necesario, lo cual nos obligará a estar unos días pendientes de las necesidades del acuario.

Existen ventiladores especiales para acuarios montados sobre un sistema que se adapta al grosor del cristal. En mi caso, al tener las tirantas que ya he comentado, no encontraba ventiladores de acuario que se adaptaran bien, por lo que busqué ventiladores pequeños con un pie que me permitía apoyarlos directamente en la tiranta o sobre la tapa del acuario, y que resultaron mucho más baratos que los que se venden como especiales para acuarios.




d) Lámpara:

Al elegir la lámpara que vamos a instalar hay que tener en cuenta si vamos a poner plantas o no, ya que si no se van a poner plantas, la única finalidad de la luz es mantener el ritmo circadiano de los peces, y sólo habrá que tener en cuenta que tenga una intensidad de luz adecuada para el tipo de peces que tengamos, ya que hay peces que necesitan aguas con bastante sombra y otros con más luminosidad. Las horas de luz se adaptarán al lugar de procedencia de los peces, ya que en zonas tropicales las diferencias de horas de luz según las estaciones es menor que en latitudes más templadas.

Si vamos a poner un acuario marino vamos a tener unas necesidades diferentes en cuanto a la intensidad y el espectro luminoso que necesitamos, pero ese tema no lo abordaremos hasta ahora, ya que nos estamos centrando en el acuario de agua dulce.

En el acuario de agua dulce plantado, hace falta una temperatura de color que sea útil para la fotosíntesis de las plantas (la ideal es entorno a los 6500ºK) y una intensidad de luz (medida en lumens) que depende de las plantas y de la fuente de luz que elijamos.

Si elegimos tubos fluorescentes T5 o T8, debemos saber que, al ser cilíndricos, la mitad de la intensidad luminosa se proyectará hacia abajo y llegará al acuario, pero la otra mitad va a proyectarse hacia arriba, con lo que se "desperdicia" respecto a su utilidad en el acuario. Por ello, se usan superficies reflectantes en al parte superior del armazón de la lámpara, lo que permite reflejar parte de la luz emitida por el tubo y que vuelva hacia el interior del tanque. Si con los fluorescentes, tenemos plantas con bajo requerimiento de luz, necesitaremos 30 lumens/litro, si son de requerimientos medios necesitaremos 50 lumens/litro, para las de altos requerimientos 70 lumens/litro y para muy altos requerimientos 100 lumens/litro. Los fluorescentes tienen la ventaja de ser más baratos de adquirir, tanto la lámpara como el propio tubo, pero consumen más energía, hace falta un número suficiente para abarcar la anchura del acuario y hay que cambiar los tubos cada año, sin esperar a que dejen de emitir luz, para que no pierdan intensidad pasado ese tiempo.

Si elegimos luz led, la fuente de emisión es más pequeña, con lo que hace falta un número más elevado de emisores de luz, pero la intensidad es bastante alta, el consumo bajo, se puede configurar una lámpara con distinto número de leds de distintos colores (distintas longitudes de onda), y la luz que se emite abre algo más de 90º desde la lámpara, con lo que una lámpara mucho más estrecha que la anchura del acuario aporta luz suficiente para llegar a toda la superficie del fondo y con muy escaso o nulo desperdicio de los lumens de la pantalla. Así, para plantas de requerimientos bajos con leds hacen falta 15 lumens/litro, para medios 20 lumens/litro, para altos 35 lumens/litro y para muy altos 50 lumens/litro.

Otro detalle a considerar es que a mayor altura de la columna de agua (a mayor altura del acuario), menos intensidad de luz llega al fondo del mismo. Por ello, acuarios muy altos van a necesitar pantallas con mucha intensidad de luz para permitir que ilumine bien las plantas del fondo del tanque.

Algunas pantallas traen una combinación de luces de distinta longitud de onda (distintos colores) y un programador que, usando un temporizador, permite encender las luces de forma progresiva empezando por colores más rojizos y anaranjados hasta llegar al encendido completo de la pantalla para simular el amanecer, e igualmente pueden reprocudir el atardecer con un apagado en sentido contrario al encendido. El fin de este sistema es adaptar progresivamente a la luz tanto a los peces como a las plantas para evitar los cambios bruscos que provocan un encendido y apagado completos.

La pantalla que escogí fue una pantalla led de 96x15x2cm con patas extensibles que le permitían llegar hasta los 110cm, con 126 leds blancos de 6500ºK, 72 azules de 465nm y 54 rojos de 720nm con un total de 10000 lumens, útil para plantas de requerimientos medios-altos, con un ángulo de 120º de emisión de luz, lo que permite que la luz llene el fondo del acuario. El consumo de esta pantalla es de 102w.




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