lunes, 30 de enero de 2017

EL AGUA

En esta entrada, analizaremos las características del agua que vamos a utilizar para el acuario.

Al ser el ambiente en el que van a vivir los peces, la calidad del agua es fundamental para que se mantengan sanos y puedan reproducirse. Y por eso mismo, deben conseguirse las condiciones más parecidas a las de su ambiente natural.

Para comprender las condiciones del agua, hay que conocer unas nociones básicas sobre la química de la misma.

Química del agua:

Como ya vimos anteriormente, la temperatura del agua va a influir en la cantidad de gases disueltos en la misma, disminuyendo la cantidad de gases a mayor temperatura.

El pH viene determinado por la concentración de iones de hidrógeno en el agua, siendo su valor la inversa del logaritmo de base 10 de la concentración de iones hidrógeno. Así, a mayor concentración de estos iones, menor pH (más acidez) y a menor concentración, mayor pH (mayor alcalinidad).

La dureza total del agua (Gh) viene determinada por la cantidad de sales que hay disueltas en el agua. Podría considerarse como el resultado de sumar la dureza temporal y permanente.

La dureza temporal del agua (Kh) depende de la cantidad de iones bicarbonato, de calcio o magnesio.

La dureza permantente la proporcionan los cloruros de calcio y magnesio, sulfatos y nitratos.

Así, a mayor dureza temporal, mayor suele ser el pH del agua y a la inversa, por lo que si queremos modificar el pH para hacerlo más alcalino, lo podemos conseguir añadiendo sales cálcicas directamente al agua o introduciendo elementos decorativos que liberen esas sales, como rocas calcáreas o conchas de moluscos. (Para saber si una roca es calcárea se le vierte encima un poco de ácido clorhídrico, que obtenemos de productos de limpieza, y la veremos burbujear en caso de tener sales cálcicas).

Otro concepto a tener en cuenta, es que el pH del agua tiende a estabilizarse mediante los sistemas tanpón, como el tampón amonio o el tampón bicarbonato. Estos sistemas son similares a los que existen en nuestra propia sangre y consisten en el establecimiento de un equilibrio dependiente del pH entre sales y ácidos o bases presentes en el agua. Así, en el tampón bicarbonato, hay un equilibrio entre el ácido carbónico y sus iones (hidrógeno y bicarbonato), de modo que, si aumenta el pH, el ácido carbónico se descompone en iones de hidrógeno y bicarbonato, aumentando así la concentración de iones hidrógeno y bajando el pH. En caso de descenso del pH, ocurre lo contrario. Estos sistemas tienden a estabilizar el pH en el medio en que se encuentran, lo que hará muy difícil modificar el pH una vez que se ha alcanzado el equilibrio: se necesitaría gran cantidad de un ácido o base para lograrlo.

Como vemos, las sales cálcicas van a influir en el pH, y es por ello que aguas alcalinas suelen ser aguas con alta dureza temporal, y aguas ácidas suelen ser aguas blandas (con baja dureza temporal). La adición de rocas calcáreas o conchas ayudaba a subir la dureza temporal, pero también van a alcalinizar el agua. Si queremos mantener un pH más ácido, vamos a tener que añadir al filtro sustancias que liberen ácidos orgánicos al agua, como la turba, con el fin de reducir el pH.

Ambientes según el agua:

Respecto a las características del agua, podemos hacer una división artificial y general de los distintos peces según su procedencia:

Peces amazónicos: los peces de esta selva viven en aguas muy ricas en productos orgánicos que oscurecen y acidifican el agua, pues son aguas muy ricas en taninos procedentes de la vegetación que rodea los ríos en los que viven. Por ello, requieren aguas ácidas con un pH entre 6 y 7 y una dureza variable entre 4º y hasta 20º de Gh, según el río concreto del que procedan.

Peces de los lagos Tanganica y Malawi: sus aguas son muy alcalinas, con un pH entre 7.5 y 8.8 y una dureza total entre 8º y 20º.

Peces australianos: viven en aguas con un pH entre 7 y 8 y un Gh entre 10º y 15º.

Peces de Sulawesi: sus aguas se caracterizan por un pH alcalino entre 7.5 y 8.5, un Gh de 7º a 10º y un Kh de 3 a 7º. Como vimos al hablar de la química del agua, vemos que estas aguas son un caso especial de aguas alcalinas con dureza temporal baja, lo que la hace difícil de conseguir en países como España, donde el agua, aunque variable según la zona, no tiene estas características.

En todos los casos anteriores, al tratarse de zonas tropicales, y aunque según cada especie de pez habrá que ajustar más estos parámetros, la temperatura del agua debe estar entre los 25 y 30ºC, preferiblemente en 28ºC.

Cómo elegir los peces según el agua:

Actualmente, hay medios suficientes para mantener las características del agua que queremos conseguir según el tipo de peces que elijamos. Sin embargo, dado que hay que realizar muchos cambios de agua para un correcto mantenimiento del acuario, si queremos evitar el engorro que supone tener que tratar el agua que vamos a introducir en el acuario antes de realizar los cambios, lo más práctico es mantener un acuario de peces cuyas características en lo que respecta al agua se parezcan lo más posible a las del agua de nuestro grifo, o de la fuente de la que podamos obtenerla.

Si aún así, queremos mantener un agua muy diferente a la del grifo, tendremos que contar con un depósito en el que introducir el agua del grifo o fuente de la que la obtengamos y tratarla con productos químicos o con un filtro que ayude a adaptar sus características a las deseadas. Cada vez que hagamos un cambio, tendremos que reponer el agua del acuario con el agua previamente tratada, teniendo en cuenta que, por la evaporación que sufre el acuario, el agua del mismo tendrá cada vez mayor dureza, lo que se debe contrarrestar con cambios con agua del depósito que deberá tener menor dureza de la deseada, calculando ésta en función del volumen de agua que vamos a cambiar cada vez.

Por otro lado, aunque procedan de ambientes diferentes, podemos hacer acuarios comunitarios con peces que vivan en aguas que, si bien no sean idénticas, si puedan ser muy similares, con lo que adaptaremos el pH y la dureza a valores intermedios entre los necesitados por las diferentes especies.

De este modo, es posible tener peces africanos, americanos y australianos en un mismo acuario, si mantenemos un pH entre 6.5 y 7.2 y una dureza entre 5º y 15º. Lo que no podremos hacer es mantener juntos a peces del lago Tanganica con peces que requieran un pH ácido y aguas blandas, por ejemplo.

En mi caso, vivo en una zona con un agua del grifo con los siguientes valores: pH 8, Kh 4º, Gh 7º. Mi objetivo era mantener un pH de 6.8, Kh de 4º y Gh de 6º (como se puede ver, aunque necesitaba bajar el pH, no parecía demasiado complicado).

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