En esta nueva entrada voy a explicar a comentar algunos aspectos a tener en cuenta sobre el sustrato y comenzaré a explicar cómo fui decorando mi acuario.
Lo primero a introducir en el acuario es el sustrato, el fondo y la decoración.
a) Respecto al sustrato, hay que escoger el adecuado para los peces y para las plantas que vamos a introducir, ya que va a cambiar el grosor del grano, el color, la forma, el material, etc.
Existen muchas páginas y vídeos que muestran la forma de introducir el sustrato empleando distintas capas que aportará minerales como hierro, abono para las plantas, distintas capas de distinto grosor del grano... También los hay que llevan estos productos ya mezclados y se usan en una sola capa de sustrato. Respecto a este tipo de planteamiento, opino que no es necesario aplicar estas diferentes capas, respetando siempre la opinión de acuaristas que las aplican y que pudieran justificar su uso. Sin embargo, para mí, es poco útil usar capas de sustrato que aporten el abono o minerales, ya que estos se agotan en algún momento y habrá que seguir añadiendo el abono y los minerales directamente en el acuario. Además, estas capas suelen tener un granulado muy fino que se puede acabar compactando e impidiendo así la circulación de agua en el sustrato (ya de por sí escasa), facilitando la aparición de zonas de anaerobiosis con la consiguiente producción de sustancias y gases tóxicos que pudieran pasar al resto del agua del acuario.
Lo que sí es conveniente hacer en todo caso, es poner el sustrato de forma inclinada con más altura en la parte posterior del acuario que en el frontal, con el fin de dar más sensación de profundidad.
Una vez que he explicado que yo uso un solo tipo de sustrato, comentaré los distintos tipos que tenemos.
Hay sustratos como la acadama, un tipo de sustrato usado en el cultivo del bonsai, que permite reducir el pH y la dureza del agua, pero cuya actividad en este sentido se puede agotar. Además, algunos acuaristas comentan que, pasado un tiempo, puede liberar las sales retenidas aumentando la dureza de forma brusca. Por este motivo, aunque estuve a punto de utilizarlo, me decidí por otro tipo de sustrato.
Hay sustratos inertes, que en mi opinión serían los más recomendables, ya que cualquier cambio en la química del agua que produzca un sustrato, se va amortiguando con los cambios de agua, mientras que en los inertes podremos tener un control más preciso de la química del agua del acuario sin contar con un efecto poco controlable por parte del sustrato. Con estos sustratos hay que tener muy en cuenta que hay rocas y piedras calcáreas que no son inertes, sino que liberan sales al agua con el paso del tiempo. Una buena prueba para saber si son realmente inertes puede ser echar ácido clorhídrico (que podemos encontrar en la tienda en algunos productos de limpieza) sobre una muestra del sustrato y ver si burbujea. En caso de burbujear, no sería adecuado para el acuario, ya que liberará sales al mismo.
Una vez que nos hemos decidido por el tipo de sustrato, debemos ver el tamaño del grano.
Un grano demasiado grueso impide el enraizamiento de plantas con raíces pequeñas (Hemianthus callitrichoides, por ejemplo), y un grano demasiado fino (arena fina) impide la oxigenación de las raíces de las plantas y tiende a compactarse. Tendremos en cuenta estos extremos a la hora de elegir el tamaño del grano.
También hay que tener en cuenta la forma del grano, ya que los granos con aristas pueden hacer que los peces que buscan comida en el fondo, como los corydoras, puedan herirse al rebuscar entre los granos. Por eso, si vamos a tener este tipo de peces, es mejor usar un grano sin aristas.
Otro elemento a tener en cuenta es el color de grano. Existen granos de colores vistosos como azules, rojos, verdes, mezclas de colores... que pueden resultar decorativos, pero en los que hay que comprobar que no pierdan color al disolverse los pigmentos que pueden llevar, ya que desluciría la decoración y, sobre todo, podrían soltar en el agua sustancias no recomendables para los peces. Hay que tener en cuenta que un sustrato oscuro va a resultar muy estético, pero va a restar luminosidad al acuario, mientras que un sustrato blanco o muy claro, va a reflejar mucha luz y da mucha claridad al acuario, lo cual puede resultar muy bonito, pero hay peces a los que no les gusta tanto brillo. Por lo general, los peces necesitan una cantidad moderada de luz, algunos necesitan refugios oscuros en los que esconderse, los hay que prefieren incluso nadar por la noche o con muy poca luz, por lo que un fondo muy claro puede resultarles molesto.
Por estos motivos, yo escogí un sustrato de color marrón claro (ni muy oscuro ni muy claro), que simulara tierra para darle un aspecto más natural. Además, al querer un acuario comunitario, necesitaba un sustrato neutro al que se pudieran adaptar distintos peces. La forma es poco angulosa, porque me gustan los peces de fondo y no quería que se lastimaran. El tamaño es de 5 mm o menor , adecuado para la mayoría de las plantas (luego descubrí que era demasiado grueso para muchas plantas tapizantes). Puse una única capa de este sustrato, y también quise poner una banda de arena blanca fina en diagonal desde el frente hacia el fondo para darle profundidad al acuario. Ésta banda se quedaría sin plantar y quedaba con un color bonito.
b) Respecto al fondo, podemos usar fondos de fantasía, fotografías o fondos monocromáticos o no poner fondo.
Generalmente se adhiere en la cara externa del cristal posterior del acuario. Los de vinilo se deben colocar con mucho cuidado de no dejar burbujas de aire, y en superficies amplias de acuarios grandes, puede ser mejor que venga de fábrica con el vinilo ya puesto. Lo más indicado sería un fondo neutro con un color que no oscurezca demasiado el acuario ni le dé demasiados reflejos (vale lo mismo que comenté para el sustrato), aunque todo va a depender del gusto de cada uno, de la decoración que queramos poner y de la situación del acuario: con un acuario en una isla en medio de una habitación no es conveniente poner fondos, por ejemplo. Además, hay muchos fondos en fotos que se pueden cambiar fácilmente, por lo que no es una decisión tan importante como otras que tratan de elementos más difíciles de modificar.
Yo elegí un vinilo azul uniforme para dar un reflejo relajante que permita destacar los colores de los peces sin un exceso de reflexión de luz y no tan oscuro como para apagar los colores de los peces y plantas.
c) La decoración puede ser de lo más variado y va a depender de la idea que tengamos sobre nuestro acuario.
Para acuarios meramente decorativos, podremos poner cualquier objeto de fantasía. Para acuarios de biotopo, en los que queremos reproducir el ambiente natural en el que viven los peces que vamos a introducir en el acuario, vamos a necesitar los elementos que permitan constituir esos ambientes: rocas, piedras, raíces, ramas, plantas... Se pueden incorporar cascadas de arena que simulen ríos o incluso erupciones volcánicas... Todo depende del gusto y la imaginación de cada cual.
Respecto a los troncos, raíces y ramas, hay que tener en cuenta que la madera que buscamos en la naturaleza no está tratada, por lo que suele flotar. Si no flota, como por ejemplo, la que encontramos en la orilla de un embalse y que ha estado un tiempo sumergida, sí soltará taninos que enturbian y acidifican el agua del tanque, por lo que será necesario tratarla previamente con sucesivos (muchos) hervidos de los troncos hasta que suelten todos los taninos (se aclare el agua del hervido).
Así mismo, hay que considerar que hay peces que tienen un nado con repentinas carreras, como en el caso de los discos, y que podrían dañarse si se introducen objetos punzantes como ramas o raíces finas o troncos con aristas, por lo que es conveniente adaptar ese tipo de elementos a los peces que tenemos y, en todo caso, si introducimos objetos con puntas o aristas, procuraremos que éstas se dirijan hacia el sustrato y puedan quedar enterradas en él.
Los troncos y ramas se pueden tapizar con vegetación, como musgos, helechos, ricia... dándole un aspecto antiguo y lleno de vida.
Las rocas también pueden ser calcáreas, por lo que antes de introducirlas, deberíamos comprobarlo del mismo modo en que se hacía con el sustrato. No obstante, puede que queramos un acuario que necesite un pH muy alto y con una dureza también elevada (para peces del lago Tanganica, por ejemplo), y para ello es útil usar piedras calcáreas o incluso conchas o restos de coral (todos estos elementos liberaran sales y calcio al agua aumentando la dureza y el pH y ayudando a tamponar los cambios en el pH).
Hay rocas muy bonitas para el acuario y con un aspecto "natural" como las rocas Frodo, pagoda, madera, pizarra, spirit, maple, koke volcánica...
La disposición de las rocas puede hacerse siguiendo las normas de los acuarios japoneses, con un sentido religioso, en quien opte por este tipo de acuarios, o tratando de simular biotopos o ambientes ordenados o desordenados... dejemos volar la imaginación, pero sobre todo, probemos varias disposiciones de los elementos decorativos para no andar haciendo cambios una vez puestos, ya que esto afectaría a las corrientes dentro del acuario y a la situación de las plantas (aunque no sea algo trascendental, puede influir).
En mi caso, opté por hacer un acuario sin elementos "artificiales", es decir, lo más parecido a la naturaleza, por lo que elegí un tronco grande que colocar en diagonal para dar profundidad, y dos rocas Frodo (unas rocas neozelandesas de textura suave y compacta y con estratos gruesos muy valoradas en acuariofilia últimamente).
Aquí dejo la foto de mi acuario antes de añadirle la zona central de arena:
Se ve también parte de la bandeja deslizable que comenté en un post anterior.
Generalmente se adhiere en la cara externa del cristal posterior del acuario. Los de vinilo se deben colocar con mucho cuidado de no dejar burbujas de aire, y en superficies amplias de acuarios grandes, puede ser mejor que venga de fábrica con el vinilo ya puesto. Lo más indicado sería un fondo neutro con un color que no oscurezca demasiado el acuario ni le dé demasiados reflejos (vale lo mismo que comenté para el sustrato), aunque todo va a depender del gusto de cada uno, de la decoración que queramos poner y de la situación del acuario: con un acuario en una isla en medio de una habitación no es conveniente poner fondos, por ejemplo. Además, hay muchos fondos en fotos que se pueden cambiar fácilmente, por lo que no es una decisión tan importante como otras que tratan de elementos más difíciles de modificar.
Yo elegí un vinilo azul uniforme para dar un reflejo relajante que permita destacar los colores de los peces sin un exceso de reflexión de luz y no tan oscuro como para apagar los colores de los peces y plantas.
c) La decoración puede ser de lo más variado y va a depender de la idea que tengamos sobre nuestro acuario.
Para acuarios meramente decorativos, podremos poner cualquier objeto de fantasía. Para acuarios de biotopo, en los que queremos reproducir el ambiente natural en el que viven los peces que vamos a introducir en el acuario, vamos a necesitar los elementos que permitan constituir esos ambientes: rocas, piedras, raíces, ramas, plantas... Se pueden incorporar cascadas de arena que simulen ríos o incluso erupciones volcánicas... Todo depende del gusto y la imaginación de cada cual.
Respecto a los troncos, raíces y ramas, hay que tener en cuenta que la madera que buscamos en la naturaleza no está tratada, por lo que suele flotar. Si no flota, como por ejemplo, la que encontramos en la orilla de un embalse y que ha estado un tiempo sumergida, sí soltará taninos que enturbian y acidifican el agua del tanque, por lo que será necesario tratarla previamente con sucesivos (muchos) hervidos de los troncos hasta que suelten todos los taninos (se aclare el agua del hervido).
Así mismo, hay que considerar que hay peces que tienen un nado con repentinas carreras, como en el caso de los discos, y que podrían dañarse si se introducen objetos punzantes como ramas o raíces finas o troncos con aristas, por lo que es conveniente adaptar ese tipo de elementos a los peces que tenemos y, en todo caso, si introducimos objetos con puntas o aristas, procuraremos que éstas se dirijan hacia el sustrato y puedan quedar enterradas en él.
Los troncos y ramas se pueden tapizar con vegetación, como musgos, helechos, ricia... dándole un aspecto antiguo y lleno de vida.
Las rocas también pueden ser calcáreas, por lo que antes de introducirlas, deberíamos comprobarlo del mismo modo en que se hacía con el sustrato. No obstante, puede que queramos un acuario que necesite un pH muy alto y con una dureza también elevada (para peces del lago Tanganica, por ejemplo), y para ello es útil usar piedras calcáreas o incluso conchas o restos de coral (todos estos elementos liberaran sales y calcio al agua aumentando la dureza y el pH y ayudando a tamponar los cambios en el pH).
Hay rocas muy bonitas para el acuario y con un aspecto "natural" como las rocas Frodo, pagoda, madera, pizarra, spirit, maple, koke volcánica...
La disposición de las rocas puede hacerse siguiendo las normas de los acuarios japoneses, con un sentido religioso, en quien opte por este tipo de acuarios, o tratando de simular biotopos o ambientes ordenados o desordenados... dejemos volar la imaginación, pero sobre todo, probemos varias disposiciones de los elementos decorativos para no andar haciendo cambios una vez puestos, ya que esto afectaría a las corrientes dentro del acuario y a la situación de las plantas (aunque no sea algo trascendental, puede influir).
En mi caso, opté por hacer un acuario sin elementos "artificiales", es decir, lo más parecido a la naturaleza, por lo que elegí un tronco grande que colocar en diagonal para dar profundidad, y dos rocas Frodo (unas rocas neozelandesas de textura suave y compacta y con estratos gruesos muy valoradas en acuariofilia últimamente).
Aquí dejo la foto de mi acuario antes de añadirle la zona central de arena:
Se ve también parte de la bandeja deslizable que comenté en un post anterior.